James se levanta por la mañana, se arrastra de la cama a la cocina en busca de una buena taza de café; acto seguido se suicida. Starbucks.
¿Palmeras decís, señor don Quijote? No veo sino una ínsula reseca y sórdida, morada tan sólo de cabras y de lunáticos. Ciego está en verdad tu entendimiento, Sancho amigo.