Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de febrero, 2009

La lira de Ur

Cuando pasa el invierno llega la música, pero es efímera.

La memoria

Estoy tumbado en una playa enorme, tan larga que su final se pierde de vista a izquierda y derecha. Delante de mí está la vacuidad del mar en calma y detrás de mí una llanura infinita y baldía. En la playa hay muchos desconocidos, y todos hemos traído tres o cuatro maletas. Yo he dejado mis zapatillas a la orilla del mar, y soy feliz. Me duermo. Una ola llega hasta mis pies y me despierta. Me incorporo y veo mis zapatillas flotando en el mar. El oleaje ahora es más fuerte y parece que se avecina una tormenta. Entro en el agua a por mis zapatillas, pero se han adentrado tanto en el mar que cuando las alcanzo no hago pie. De repente veo que una señora pide auxilio no muy lejos de mí y voy a socorrerla. Ella también ha entrado en el agua a recuperar su bastón y se está ahogando. En ese momento, mis maletas empiezan a ser arrastradas por las olas, que cada vez son más fuertes. La gente de la orilla parece hacerse cargo de ellas, así que no me preocupo. Ayudo a la señora a volver poco a poc

El rastro de castañas

El señor Gómez salió de la ópera una tarde de noviembre y compró media peseta de castañas a una castañera. De camino a su casa, fue tirando las cáscaras por el suelo, sin ninguna consideración a las ordenanzas municipales. El fantasma de la ópera, que había leído recientemente Hansel y Gretel, siguió el rastro de castañas hasta la casa del señor Gómez, y lo asesinó con un estilete. La guardia urbana, que también había encontrado la estela de residuos, se disponía a llamar a la aldaba del señor Gómez para ponerle una multa desorbitante, pero descubrieron su mano sangrienta asomando por entre los barrotes de la ventana y sus ambiciones se vieron frustradas. Tenía dedos de pianista.

Jueves Trágico

Bueno chicos os voy a contar una serie de sucesos que acontecieron el jueves 5 de febrero. El jueves tenía revisión de SLI y una tutoria de redes de 16 a 18 porque el viernes tenía examen de redes así que me fui pronto, con mi padre a las 8, a la facultad y estuve estudiando redes hasta las 13h, sólo me dió tiempo a hacer un examen, fui a revisión y descubrí que era una persona gilipollas porque la había cagado en dos sitios uno por un menos de mierda y el otro porque en los límites de las integrales pongo los números bien y a la hora de sustituir me los invento, esos eran mis dos fallos en total -1'6 puntos y yo necesitaba un punto para aprobar así que llegó la hora de hablar con el profesor y le dije que me había equivocado en dos tonterías y que se podía estirar un poco que ya era mi 5º convocatoria... y el hombre me dijo que ajo y agua, era lo que me esperaba así que le pregunté si las prácticas me las guardaría hasta que decidiera volver a presentarme y me dijo que eso mejor n

El eco

El eco es una cosa fascinante. Con el eco se puede oír la propia voz desde fuera de uno mismo ¿no os parece increíble? Un día puedo decir: "Yo nunca compraré en Carrefur" o "Blade Runner es una mierda", y años después oírme.

una nueva y preciosa etapa de conflictos y guerras se avecina.

gruuuchiummmmm... (el sonido de una radio de corta frecuencia) compatriotas gilipollas, un nuevo cuartel General se afinca en nuestra isla. Es de color gris y negro aunque tiene una manzana blanca encima. Desde hoy (y gracias a una antena de telefónica que robamos al cuartel blanco de al lado) podremos emitir desde cualquier punto de la isla.  Atentamente: Su General Generalísimo

El ritual

Aquella noche de luna llena se reunió una gran multitud en la explanada de Azathoth. Encapuchados y portando velas, todos los maestros, pedagogos y psicólogos del país se habían reunido para presenciar el acontecimiento cíclico que los perpetuaba. Para evitar reconocerse entre ellos, todos llevaban máscaras, y sus túnicas eran todas iguales, del color negro propio de la Orden. Un oscuro rumor comenzó a dejarse escuchar, y pronto se convirtió en un estridente cántico cuyas palabras eran irreconocibles para quien no estuviera iniciado. La melodía siguió aumentando de volumen durante unos minutos, hasta que estalló en histeria con la subida de un personaje al altar, el enviado de Satanás. En ese instante, los máximos abanderados de la Orden comenzaron a desfilar alrededor de la multitud por orden de dignidad: los rectores de las universidades llevaban los estandartes de las provincias y los directores de instituto y colegios se arremolinaban detrás de ellos. Al pasar por delante del envia