Rojas las líneas que cruzan el mármol, Senderos enturbiados por lagrimas Que entorpecen su paso hacia el desagüe. No veo, no puedo, es así sin más Heridas: agua y sal. Más noches de alcohol No hay sangre que sin lágrimas se agüe
¿Palmeras decís, señor don Quijote? No veo sino una ínsula reseca y sórdida, morada tan sólo de cabras y de lunáticos. Ciego está en verdad tu entendimiento, Sancho amigo.