Como antiguamente, la compuerta de las tonterías y de las Cosas ha vuelto a abrirse, aunque la monotonía, los elementos externos y el cambio climático están secando su cauce. Ha engordado un poco, así que no resistirá mucho tiempo abierta, pero de momento ha dejado salir una docena de inquisidores armados e intolerantes dispuestos a conquistar el mundo y una escuela de filósofos epicúreos que se dicen "gala" unos a otros para alcanzar el éxtasis. Son buena gente, no los maltratéis. Quizás después de su paso por la tierra empiece por fin a llover.
¿Palmeras decís, señor don Quijote? No veo sino una ínsula reseca y sórdida, morada tan sólo de cabras y de lunáticos. Ciego está en verdad tu entendimiento, Sancho amigo.