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Acelgas

Estaban un día Calímaco, Demetrio y la desventurada Hipatia haciendo fichas documentalísticas en la sala de lectura de la Biblioteca de Alejandría cuando de repente les empezó a oler a papiro quemado. Alarmados, corrieron a buscar el origen del fuego, pues una biblioteca es especialmente sensible a los incendios, y vieron que Acelgas, el insigne inventor de las gafas de culo de vaso, estaba preparando una barbacoa, y era tan hábil que había necesitado utilizar toda la obra de Sócrates y parte de la de Platón hasta que había conseguido que prendiese la leña.

Acelgas, que era muy avispado, empezó a explicarse atropelladamente para evitar que le diesen una colleja: «No os preocupéis, hermanos, que nada se ha perdido. He descubierto un artefacto por el que seré recordado por todos los hombres de todas las edades y que me llevará a la eternidad. Gracias a él he conseguido almacenar en esta caja todos los rollos de papiro que poco a poco se desintegraban en la infinidad de salas de este edificio. Lo he llamado PDF. Esto es la barbacoa sorpresa que os preparaba para celebrarlo, y tenía que ser aquí, para demostrar la confianza que tengo en mí mismo y en mis inventos».

Sin embargo, la torpeza del glorioso Acelgas hizo que en ese momento se tropezase con la barbacoa, y los leños caídos por el suelo rápidamente dispersaron el fuego por las secciones de astrofísica y nanotecnología, que prendieron especialmente bien. Toda la biblioteca quedó reducida a cenizas en pocos minutos, excepto los pocos libros que los sabios pudieron salvar, que fue una selección inculta, porque Hipatia, Calímaco y Demetrio eran de letras.

Afortunadamente, estaba la caja con la copia de Acelgas, pero cuando Pandora la fue a abrir vio que la copia estaba corrupta y cubierta de hongos que habían nacido de las esporas del PDF. Así fue cómo esparció el mal por el mundo. La liberación de los PDF tuvo, como consecuencia última, la futura extinción de la humanidad y la desaparición por implosión del planeta Tierra.

Acelgas sobrevivió al incidente, a la caída de los dos Imperios Romanos y a la Segunda Guerra Mundial, y ahora vive con su abuela en una residencia de ancianos de Bradbury Fields (Kentucky). Nunca se casó.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
I wholeheartedly disagree with the opinions above.

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