Ir al contenido principal

El gigante

El gigante rumiaba sus pensamientos sentado sobre una montaña. Llevaba ya una hora así, y según el cómputo de los gigantes le había dado tiempo a ver unas treinta veces salir el sol por horizonte. De pronto, sin saber de dónde, una tribu de humanos comenzó a tirarle unas lanzas que no eran más largas que la uña de su dedo meñique. Al principio no les dio importancia, pero después de aguantar la molesta sensación durante unos segundos (una tarde entera para la tribu hambrienta), con desgana aplastó a uno de ellos de un manotazo. A esto, los humanos hicieron una pausa, pero pronto reanudaron su intento de ataque, y el gigante aplastó a otros dos, pues ya le estaban empezando a resultar un incordio.
A los humanos les pareció que el gigante era malvado, pero la conciencia del gigante ni siquiera se percató de que sus acciones podían estar causando mal. No se complacía en despachurrar humanos contra el suelo, no es que lo hiciese por placer, y tampoco se preguntaba si le complacía hacerlo. Simplemente era un acto reflejo, eran como moscas.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El método humanístico

En la antigua Grecia surgió de la nada la chispa de la creatividad, y, siguiendo el ejemplo de muchos otros, Teudonio de Samos escibió una comedia sobre las ovejas. Pronto obtuvo el reconocimiento de las clases pudientes de Tebas y Atenas (en Esparta no estaban para tonterías), y fue muy popular hasta que el fundamentalismo cristiano lo arrasó todo en el siglo II. Tiempo después, los árabes tradujeron una copia que encontraron en las ruinas de Alejandría, omitiendo los pasajes en que las ovejas iban esquiladas, y vio el sultán de Egipto que era gracioso y repartió copias por todo el califato. No se sabe muy bien cómo, pero una de estas copias terminó traducida al castellano en San Millán de la Cogolla por un monje que tenía sus propias ideas en cuanto al amor entre ovejas de la misma condición ovejuna, y otra por un judío de Toledo que sabía un poco de árabe. Un pastor de Berchtesgaden se rió mucho un día leyéndolas y se llevó a Baviera una copia en arameo cuando volvió de las Cru...

El ritual

Aquella noche de luna llena se reunió una gran multitud en la explanada de Azathoth. Encapuchados y portando velas, todos los maestros, pedagogos y psicólogos del país se habían reunido para presenciar el acontecimiento cíclico que los perpetuaba. Para evitar reconocerse entre ellos, todos llevaban máscaras, y sus túnicas eran todas iguales, del color negro propio de la Orden. Un oscuro rumor comenzó a dejarse escuchar, y pronto se convirtió en un estridente cántico cuyas palabras eran irreconocibles para quien no estuviera iniciado. La melodía siguió aumentando de volumen durante unos minutos, hasta que estalló en histeria con la subida de un personaje al altar, el enviado de Satanás. En ese instante, los máximos abanderados de la Orden comenzaron a desfilar alrededor de la multitud por orden de dignidad: los rectores de las universidades llevaban los estandartes de las provincias y los directores de instituto y colegios se arremolinaban detrás de ellos. Al pasar por delante del envia...

Alfa

Para ver un ejemplo del mercantilismo que ha terminado por adueñarse de Internet, sólo hay que poner "alfa" en Google. Las diez primeras páginas son: - Alfa Romeo - Alfa Inmobiliaria - Alfa® - Noticias que contienen "alfa" - Grupo Alfa - Programa de Cooperación Alfa - Alfa Cerámica S.A. - Foro sobre Alfa Romeo - Publicación Alfa - Cementos Alfa - Asociación sociocultural Alfa Hay que ir hasta la página 6 para encontrar una referencia a la letra griega, y es de Wikipedia. Desisto de seguir buscando una fuente alternativa. En 1999 esto no era así. Necesito un Internet paralelo en el que poder banear las páginas comerciales. O quizás necesito otro buscador. O cortarme las venas.