Desde que la raza humana existe ha tenido el mismo efecto sobre la vida terrestre que el impacto de un meteorito gigante. Somos un cataclismo planetario, causado por la simple maldad y la autoproclamada inteligencia de la masa humana, a la que quizás tengamos un tanto sobrevalorada. Nuestro historial empezó hace unos 28.000 años, cuando exterminamos a los últimos neandertales, y nada menos que en la península Ibérica (lo que nos convierte en descendientes de unos garrulos, si alguna duda quedaba). Algunos románticos dicen que entonces nos quedamos solos sobre la faz de la Tierra, como si en lugar de haber cometido el mayor fratricidio de la historia nos hubiésemos quedado huérfanos y sin amigos. En las zonas templadas del hemisferio norte había una jerarquía animal tan compleja como en la sabana de África, pero nos comimos o matamos a todos los alces gigantes, leones europeos, tigres sable, elefantes enanos, mamuts y rinocerontes lanudos. A muchos otros animales los domesticamos, y a...