Se que las aves azules que hoy están manteniéndome con esperanza, serán las aves negras que se acerquen en la desesperanza.
¿Palmeras decís, señor don Quijote? No veo sino una ínsula reseca y sórdida, morada tan sólo de cabras y de lunáticos. Ciego está en verdad tu entendimiento, Sancho amigo.
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