Jack… metro ochenta de estatura, vegetariano de día. Se levanta de la cama. 2PM. Camina hacia la cocina con paso decidido. Abre el congelador e introduce lentamente, como meditando, su cabeza en él. Una vez con la cabeza dentro, saca la lengua y la posa sobre las varillas de metal llenas de escarcha y hielo. Cuando se asegura que tiene la lengua bien pegada a las varillas de metal, tira fuertemente con su cabeza para atrás solo para ver que ocurre con su lengua y cierra repetidas veces la puerta del congelador golpeándose la cabeza. Todo un gurú en el arte del placer.
¿Porqué no probáis a posar vuestra lengua sobre las varillas del congelador de Jack?
¿Porqué no probáis a posar vuestra lengua sobre las varillas del congelador de Jack?
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