Ir al contenido principal

Misoginia

Se abre el telón y aparece una pantalla dividida en dos por una línea vertical. A la izquierda hay una habitación decorada con un diseño muy moderno que combina únicamente los colores rojo y blanco; a la derecha hay una habitación idéntica pero con los colores invertidos. Hasta aquí todo es de una estética exquisita, pero todavía no se nos ha desvelado el misterio de las dos imágenes en espejo. En cada una sale una chica distinta, únicas e irrepetibles como toda persona humana, y cuando una voz dice: "Porque no todas somos iguales..." comprendemos que el antagonismo cromático viene a ilustrar el individualismo del ser.

Lejos de allí una televisión se apaga con un chispazo, convirtiendo la imagen en un punto negro que permanece unos segundos en el centro de la pantalla. Es Anastasio, que ha apagado la tele, y que, con toda la velocidad que le permiten sus cansadas neuronas, piensa: "El día de los difuntos no se ve la televisión". Sin embargo, continúa mirando a través del cristal no ahumado de sus gafas el lugar donde antes estaban las dos habitaciones. No es que se haya parado a reflexionar sobre lo que ha visto, es demasiado viejo para eso, (y no es que haya estado viendo la tele), simplemente está coordinando los movimientos que va a hacer a continuación: ponerse la boina, retirar las faldillas, coger el bastón, irse a dar un paseo.

Mientras tanto, su nieto ha estado contemplando todos sus movimientos, meditando sobre lo intrascendente que es la televisión para los ancianos, que la miran ya sin comprender. "¡Oh, patético destino!, cuando morimos perdemos hasta la dignidad de consumidores e incluso la publicidad se olvida de nosotros", piensa, flipándose un poco con el dramatismo (a los viejos, en el fondo, ¿qué más les da?).

Y otra consecuencia posible de todo esto ocurre en una ciudad anónima: Victoria, que quiere adelgazar, ve frustrada psicológicamente su ambición al ver lo delgadas que están las chicas de las dos habitaciones. Maquillando la envidia de feminismo, se decide a opinar en un blog-protesta contra el uso indebido del cuerpo de la mujer en la publicidad, como muchas otras afectadas. Mientras escribe su comentario, se debate entre tararear "Los animales de dos en dos, u-a, u-a..." o "We're off to see the wizard, the wonderful wizard of Oz...", ajena al problema de la individualidad con el que empezó todo esto. Victoria no sólo es el objetivo del anuncio, sino su inspiración: es una borrega del rebaño del Señor, en el que la personalidad se ha declarado democráticamente proscrita.

Se cierra el telón (como un tupido velo sobre el asunto).

Comentarios

Ginkarasu ha dicho que…
--Buenos días, señor Cabeza, ¿qué tal por el bol?
--Bueeeno.
--Hoy vengo a cantarle una canción que escuché ayer por la radio.
--Aaah.
--Ilustra muy bien los sentimientos de una chica que se ve muy pequeñita en un mundo tan grande, y sin embargo, lucha y se enfrenta a él con valor.
--¡Qué audacia!
--Bueno, allá voy. Ejem, ejem:

Y esta soy yo
Y esta soy yo
Y esta soy yo
Y esta soy yo

Dicen que soy
un libro sin argumento,
que no sé si vengo o voy,
que me pierdo entre mis sueños.

Dicen que soy una foto en blanco y negro,
que tengo que dormir más,
que me puede mi mal genio.

Dicen que soy
una chica normal,
con pequeñas manías que hacen desesperar.
Que no sé bien
donde está el bien y el mal,
donde está mi lugar.

Y esta soy yo,
asustada y decidida,
una especie en extinción,
tan real como la vida.
Y esta soy yo,
ahora llega mi momento.
No pienso renunciar.
No quiero perder el tiempo.
Y esta soy yo.
Y esta soy yo.

Dicen que voy
como perro sin su dueño,
como barco sin un mar,
como alma sin su cuerpo.

Dicen que soy
un océano de hielo,
que tengo que reír más
y callar un poco menos.

Dicen que soy
una chica normal,
con pequeñas manías que hacen desesperar.
Que no sé bien
donde esta el bien y el mal,
donde esta mi lugar.

Y esta soy yo,
asustada y decidida,
una especie en extinción,
tan real como la vida.

--¡Venga, señor Cabeza!

Y esta soy yo
Y esta soy yo
Ahora llega mi momento
Ahora llega mi momento
No pienso renunciar
No pienso renunciar
No quiero perder el tiempo
No quiero perder el tiempo
Y esta soy yo
Y esta soy yo
Y esta soy yo
Y esta soy yo

Oh
Oh

--¿A que es muy bonita?

Entradas populares de este blog

Esta noche la isla cierra sus fronteras...

No la necesitamos.