Hoy he terminado de despertar a la cruda realidad. Oficialmente me he quedado sin ilusión. He pasado de ser una persona a ser un autómata. Es el término que mejor me describe. No piensan, no actúan, no deciden pero sobre todo no sienten. Es una idea tan atractiva que estoy hipnotizada con ella. No sienten. ¿Quién quiere sentir hoy en día? Las personas que tienen ilusión. Con una meta, con una esperanza es fácil abrazar un sentimiento cálido, pero ¿y si no tienes eso? ¿Qué abrazas? Al fuego, te quema, te duele, te consume, pero es muy atractivo. Si, me encanta la autodestrucción. Es muy fácil, sólo tienes que seguir los siguientes pasos.
1. Elige una idea, situación, sentimiento inflamable.
2. Desmenuzala lentamente, prestando atención a cada mínimo detalle.
3. Cambia de ángulo y repite el paso dos.
4. Cuando las llamas se apaguen recuerda pequeños momentos de felicidad en los que parecía imposible un incendio. Echalos a la hoguera.
5. Todo fuego se apaga, observa como la hoguera se va reduciendo.
6. Conserva las ascuas.
1. Elige una idea, situación, sentimiento inflamable.
2. Desmenuzala lentamente, prestando atención a cada mínimo detalle.
3. Cambia de ángulo y repite el paso dos.
4. Cuando las llamas se apaguen recuerda pequeños momentos de felicidad en los que parecía imposible un incendio. Echalos a la hoguera.
5. Todo fuego se apaga, observa como la hoguera se va reduciendo.
6. Conserva las ascuas.
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