Noches que empiezan oscuras y acaban con sonrisas al amanecer. Abrazos llamados a terminar por el olvido. Serenos al despertar y confusos al intentar recordar. Una nueva vida, lejos del dolor; cerca de la alegría. Se cierra una herida demasiadas veces abierta. Coso esa herida remendada tantas veces, pero esta, esta vez la coso con hilo no con buenos recuerdos; estará ahí para siempre, marcando mi llanto y tristeza… pero cerrada con hilo. Coso esta herida con hilo y aguja incandescente… quiero sentir cada punto, cada vez que la aguja entra en mi piel y cada vez que sale de ella; quiero sentir el olor de mi piel al quemarse y cerrarse poco a poco… quiero cerciorarme que esta vez seré capaz de cerrar esta herida que tanto… tanto daño me ha causado. Quiero ver mi rostro al terminar de coser la herida verter alcohol sobre ella y sabore...
¿Palmeras decís, señor don Quijote? No veo sino una ínsula reseca y sórdida, morada tan sólo de cabras y de lunáticos. Ciego está en verdad tu entendimiento, Sancho amigo.