Estimados gilipollenses, me dispongo a anunciar mi vuelta al poder para gloria de nuestra bienamada nación. Los cobardes demócratas han huido, he de decir que por propia voluntad y abandonándonos a nuestra suerte, por lo que inevitablemente he tomado las riendas del gobierno. Largo y próspero sea.
¿Palmeras decís, señor don Quijote? No veo sino una ínsula reseca y sórdida, morada tan sólo de cabras y de lunáticos. Ciego está en verdad tu entendimiento, Sancho amigo.
Comentarios