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Riguroso miedo.

Ayer escribí tu nombre en la arena de la playa.
Ayer vi como el mar se llevaba mis recuerdos, y yo no quise hacer nada más que observar.
Ayer sentí como te alejabas sin parar de sonreír
Como un estúpido morí por dentro al darme cuenta de cómo tus alas batían contra el viento, mientras yo nadaba a favor de la corriente.
Las palabras se vuelven sordas; las distancias se alargan.
Me sentí un dios por un momento, mirando la pecera en la que crecí.
Ayer creí que mi arena eran rocas; hoy siento miedo al ver que mis rocas son la arena de la playa en la que ayer, escribí tu nombre.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Hasta el miedo es riguroso en tiempos de tanta precaución.
Son las 11h30 y me atento cautelosamente a los detalles. Después que vi la pecera donde creciste me senté en la arena y la sentí grano por grano, ahora sí, sin ninguna precaución...
En seguida abro mis ojos y de pronto siento un escalofrio.
Anónimo ha dicho que…
Como dijo Confucio, un capullo se reconoce aunque se oculte en su prepucio.
Anónimo ha dicho que…
tu puta madre me come el rabo... también soy anonimo.

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